A través de esta pequeña publicación de blog, voy a empezar a transmitir los sentimientos que tuve hoy al hacer, por primera vez, una disciplina llamada "body connection".
¿Quiénes participaban?
Fueron dos horas de intensa actividad, física y emocional, y me voló la cabeza, absolutamente. Desde el principio, me encontré con un conjunto de personas totalmente atípicas a mi entorno.
No es que yo esté ajeno al amor entre amigos, pero realmente los abrazos sentidos que se daban estas personas al volver a verse, fue un primer punto de partida que me resultó muy hermoso, pero también muy chocante. Había gente desde los veintilargos hasta los sesenta y largos, varios colores de piel, de peso, de altura, de todo; un grupo de pura aceptación.
¿Cómo se desarrolló?
Partimos de una muy buena introducción entre nosotros, viéndonos las caras, los ojos y sonrisas, sin decirnos una sola palabra. A partir de esto, Raquel, quien nos guiaba, también nos ayudó a adentrarnos un poco más en nuestra mente y calmarnos esas preocupaciones que traemos de afuera.
Seguido de esto, hicimos una sesión de movilidad muy hermosa de la mano de Ronin, quien nos enseñó que el cuerpo está diseñado para hacer mucho más que ejercicio físico, un movimiento del cuerpo donde se deja llevar por el instinto.
Raquel volvió a conducir al grupo a una dinámica fantástica, donde pasamos de personas a animales. Fui mono, cangrejo y gato. Me reservo más detalles porque realmente estos momentos son irrepetibles.
Pasado esto, Raúl nos desafió a realizar locomociones, donde volvimos a hacer esos animales, pero llevamos los movimientos a una conciencia plena. Él también es quien se encargó de musicalizar todo momento, componente clave para adentrarnos plenamente en esta dinámica.
Por último, Ronin nos llevó de lleno al "body connection" a través de la danza. Esto, sin duda, fue la experiencia más poderosa de toda la sesión, ya que me tocó incorporarme a una danza totalmente desconocida para mí, muy reveladora.
¿Porqué me voló la cabeza?
Mi cuerpo se movió al compás de los Beats, sin siquiera haber ido una vez en mi vida a salsa, tango, o flamenco. Era nuestro propio baile lo que reinaba, sin ningún tipo de juicios al respecto. Algo parecido a los bailes de los orishas me recordó. Bailamos solos, bailamos en parejas, y hasta bailamos todo el grupo de la mano.
Me sentí absolutamente pleno al terminar, pasé de la duda a la certeza, de la intriga al deseo de seguir.
¿Qué me propongo a partir de ahora?
Descubrí un grupo con una energía que no había visto y que aparentemente siempre estuve buscando. El desafío como siempre ahora es mantener esta energía durante el día. No dejarla ahí donde la encontré sino seguirme encontrando con ella en el día a día, y así llevarla a aquellxs que me rodean.
Si alguna vez participaste en algún evento así, por favor, comparte en los comentarios.
