Mi nombre es Elena Hernáez Prieto. Soy nacida en Irún pero ya llevo más de 20 años asentada en Pamplona. Además de ser profesora de yoga, también soy auxiliar de enfermería. Compagino las clases de yoga con mi trabajo como cuidadora en un centro residencial en el área de discapacidad, los fines de semana.

 

Hace 7 años, en un momento de crisis personal, me recomendaron hacer yoga. Por aquel entonces, yo ni siquiera sabía muy bien en qué consistía esta disciplina ni cómo me iba a ayudar a superar la ansiedad y la situación en la que me encontraba. Estaba bastante escéptica y tardé un tiempo en decidirme a probar. Fue todo un acierto porque no perdí nada y he ganado mucho.

Enseguida conecté con la práctica y comencé a notar los beneficios a todos los niveles: físico, mental y emocional. El yoga resultó ser lo que yo necesitaba para reconciliarme conmigo misma y con la vida. El Yoga era y es la respuesta que estaba buscando a mis preguntas. Así que al año siguiente, decidí profundizar más y convertirme en profesora. Nada más terminar la formación, tuve la oportunidad de comenzar a dar clases en un conocido Studio de Pamplona. También he dado clases de yoga en Mutilva, en el centro de Naiara Palau; en el hotel Muga de Beloso de la mano de Miguel Ibañez, entrenamiento personal; tengo grupos en Espacios Medialuna, en Espacio Meraki, en el Club Natación Pamplona y en el Soto Lezkairu, en la sala multiusos La Colmena.

Desde que terminé la formación de 200 horas, he continuado aprendiendo y formándome en anatomía aplicada al yoga y lesiones en ZUY Madrid y con Julia Zatta; he participado en diversos talleres; también soy profesora de Yin Yoga de la mano de Maite Méndez (Mandalablueyoga), Yoga para niños y doy clases para embarazadas. Tengo alumnos que me siguen desde hace años y tanto con ellos como con la gente nueva que sigue apareciendo en mis clases, mi vocación es compartir las bondades del yoga y acompañarles en sus procesos vitales, sean cuales sean. El Yoga es bálsamo para la vida y es aquello que puede ayudarte a vivir tu vida inspirado y no motivado. Actúo siempre desde la humildad, puesto que yo también sigo aprendiendo continuamente… El camino del yoga es un recorrido que dura toda la vida.